martes, 22 de marzo de 2016

Cómo enfrentar una entrevista de trabajo: 10 consejos para triunfar

EUROPA PRESS

  • Averigua todo lo que puedas sobre la empresa y sobre tu entrevistador.
  • El cuándo es importante: mejor a media mañana y a mediados de semana.
  • Según la psicología del color, vestir de azul es la apuesta más segura.
  • Mantén una actitud corporal receptiva, manteniendo el contacto visual.

Una entrevista de trabajo

La entrevista de trabajo es el momento de mayor importancia, y para muchos el de más presión, en todo el proceso de búsqueda de empleo desde que enviamos el currículum hasta que tenemos respuesta. A esta cita hay que llegar con las ideas claras y con las respuestas a las cuestiones que nos pueden plantear bien preparadas.

Y para ello todo consejo vale. Hudson ha publicado una guía con consejos para superar cada una de las cinco fases de las entrevista: preparación, presentación, relación con el entrevistador, resolución de problemas y cierre. Estos son algunos de esos consejos.

Recopila toda la información posible
Los expertos señalan que la preparación es una de las claves imprescindibles para triunfar en una entrevista. Es indispensable averiguar todo lo que puedas sobre la empresa y sobre tu entrevistador, y asegúrate de saber su nombre completo y su cargo.

Mejor a media mañana y a mediados de semana
El día y la hora a la que se concierta la entrevista es también muy importante. Siempre que sea posible, lo ideal es que te encuentres con tu entrevistador en un momento en el que no esté cerrando asuntos antes del fin de semana o pensando en comer o en irse a casa.

Prepárate para responder a las preguntas básicas
¿Tienes las competencias necesarias para este puesto? ¿Tienes la actitud y la motivación necesarias para hacerlo bien? ¿Encajarás en el puesto? Son preguntas básicas para cualquier entrevistador. Antes de ir a la entrevista, piensa en las respuestas.

Cuida tu imagen
Una buena presentación es vital, ya que la primera impresión es importante. Intenta relajarte antes de la entrevista e ir con un estado de ánimo positivo. Cuida tu ropa. Según los especialistas en psicología del color, vestir de azul es tranquilizador y es la apuesta más segura para una entrevista. El blanco y el gris sugieren, respectivamente, que eres organizado y lógico, el rojo transmite sensación de poder, y el negro puede interpretarse como elegante o serio.

Presta atención a la comunicación no verbal
Un apretón de manos firme inmediatamente genera una buena impresión. También es bueno sonreír al entrar en la sala. Mantén una actitud corporal abierta y receptiva, manteniendo el contacto visual, sentándote erguido e inclinándote hacia el entrevistador en señal de interés y entusiasmo. Bajo ninguna circunstancia cruces los brazos, des golpecitos con el pie en el suelo o juguetees con cosas como un bolígrafo o el móvil. Habla de forma expresiva y con confianza, evitando muletillas y titubeos.

Usa la técnica de la imitación
Cuando dos personas se encuentran a gusto juntas, comienzan a "imitarse", es decir, a actuar como un espejo la una de la otra: la postura de las piernas, de los brazos, incluso la expresión facial. Puedes hacer que tu entrevistador empatice contigo imitando conscientemente su lenguaje corporal.

Examina el escenario de la entrevista
Si hay más de una persona entrevistándote, no te centres sólo en la persona que más pregunta. Podría ser que el entrevistador que no dice nada sea el que tiene la última palabra en tu contratación. Por tanto, mantén contacto visual habitual con todos ellos.

Se trata de quién eres, no de lo qué sabes
Si llegas a la fase de la entrevista es porque suponen que tienes las competencias necesarias para el puesto ofertado o creen que será fácil formarte para adquirirlas. Por tanto, los entrevistadores se van a centrar en saber si encajarás en la empresa, si tus valores, comportamiento y ética coinciden con los de la organización. A lo largo de la entrevista hay que establecer una buena relación con el entrevistador. Para ello es fundamental ser uno mismo a lo largo de la conversación. Es conveniente también simplificar tu 'marca personal', es decir, identificar un par de ámbitos de especialización, en vez de presentarse como un profesional todoterreno.

Prepárate para resolver preguntas decisivas y complicadas
¿Por qué te despidieron de tu último trabajo? ¿No crees que con tu experiencia estás sobre cualificado para este puesto? ¿Puedes explicar este vacío en tu currículum? ¿Por qué quieres dejar tu actual puesto de trabajo? ¿Cuáles son tus puntos débiles? Son las llamadas 'preguntas de incidentes críticos'. En estos casos conviene demostrar tu habilidad para identificar el problema, reto u oportunidad planteados, y para diseñar un plan de acción al respecto. Nunca contestes con opiniones, acciones de otros o afirmaciones teóricas y generales.

Pregunta y cierra la entrevista con una nota positiva
Al final de la entrevista, te dirán si quieres hacer alguna pregunta. La respuesta debe ser siempre 'sí', y estas son un ejemplo de tres preguntas que puedes hacer: ¿Cuáles son los tres principales retos para la persona que ocupe este puesto? ¿Qué debería haber conseguido después de seis meses en este puesto para que se considere un éxito? ¿Cuáles son los siguientes pasos? Menciona brevemente logros o habilidades relevantes que no hayan salido a relucir, agradece al entrevistador su tiempo y haz hincapié en tu interés en el trabajo.












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